HISTORIA

PASEN Y VEAN

Recuerdo perfectamente la primera vez que puse los pies en el Entresuelo de la calle Azacayas. Era 1992 y sonaba Rosendo. También recuerdo, mucho más cercano, mis primeros pasos en el Entresuelo de san Agustín. Los días de chapa y pintura junto a Loles, Bettina, Pepe y Adri para lavarle la cara a un garito que apestaba a falsedad y vida muerta.
Lo mejor que se puede decir del Entresuelo es que dentro de sus paredes, alrededor de su música y en el licor de sus copas, mucha, mucha gente ha sido y está siendo feliz.
El “Entre” es una máquina de generar afectos, y ésa es su principal virtud y su mejor argumento. Por eso, cada noche, un pequeño universo plural en edad, condición y hábitos busca acomodo en su barra, en sus ciclos de cine o en sus charlas. Porque el “Entre”, más allá de un bar, se levanta como faro imprescindible en la cultura alternativa de la ciudad: Conciertos, exposiciones, conferencias, cine, teatro, sesiones… ¿quién da más?
La cultura, el pensamiento crítico, la igualdad y la justicia social han sido siempre referentes en las actividades del Entresuelo; por eso, con más o menos asiduidad, somos muchos los que nos acercamos hasta la Plaza del Mercado y charlamos, y bebemos, y bailamos, y conspiramos, y nos besamos, y finalmente, al despedirnos (quizá ya algo perjudicados), nos abrazamos bien fuerte para demostrarnos a nosotros mismos que es hermoso seguir unidos, inventando nuestra particular idea de la libertad. La libertad de las islas en mitad del océano, la libertad de los espejismos posibles. El Entresuelo. Pasen y vean.
Alejandro Pedregosa, Pepo


Antiguo Entresuelo 1989 - 2004
Mural realizado por Charly



Nuevo Entresuelo